jueves, 7 de marzo de 2013

LA HUMILDAD

Me encanta la sabiduría que nuestros mayores, sin haber tenido muchos o ningún estudio han adquirido a lo largo de sus vidas, quizás es por eso que mi trabajo me encanta, me gusta hablar con "mis abuelitos" y que me expliquen detalles, anécdotas, vivencias que algunos de ellos recuerdan con claridad, y de las cuales siempre puedes sacar alguna enseñanza.

Y hoy, en honor a uno de ellos, al mejor, del cual he aprendido tanto y seguiré aprendiendo, pues aunque ya no esté entre nosotros, recuerdo todas y cada una de sus historias, de sus "batallitas" ... MI PADRE


Hace unos días leí algo que me llamó mucho la atención, y por eso lo guardé, me recordó a una de tantas historias que mi padre con tanto cariño me contaba, y que yo con tanta atención escuchaba... 

Hay va: 

Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó: -Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más? Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: -Estoy escuchando el ruido de una carreta. -Eso es -dijo mi padre-, es una carreta vacía.

Pregunté a mi padre: -¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos?
Entonces mi padre respondió: -Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por el ruido.

Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace. Me convertí en adulto, y ahora, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo que cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.

La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Nadie está más vacío que aquel que está lleno de sí mismo.

Escuchemos a nuestros mayores, tienen tanto que enseñarnos..



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