lunes, 11 de marzo de 2013

CRUZANDO EL MAR ROJO


Cruzar el Mar Rojo no es cualquier cosa, pudiera parecer que es algo en lo que te puedes gozar, estar tranquilo, disfrutar de la cruzada… pero… ¿es así realmente???... pongámonos en el lugar del pueblo de Israel…

¿Alguna vez te has sentido como el pueblo de Israel? Entre el ejército egipcio que viene a por ti, y el inmenso Mar Rojo que te impide la huida? Os puedo decir que nosotros si.. la gente habla de estar entre la espada y la pared, nosotros por un tiempo solíamos decir: “estamos entre los egipcios y el mar Rojo… Sentíamos que el enemigo venía a por nosotros, y que las circunstancias que vivíamos, no eran las más apropiadas para salir airosos de aquella situación y no parábamos de clamar al Señor: ¿¿Que hacemos Dios mío??”

Dios nos habló, nos dijo “cruzareis el Mar Rojo” buahhh…!!!! Que subidón!! Dios nos había hablado, nos había dicho que íbamos a superar aquella situación, íbamos a cruzar el Mar Rojo!!!! Guauuuu!!!
Nuestra esperanza crecía día a día, creyendo en su Palabra, esperábamos el momento en el cual victoriosos, contentos, proclamando victoria pudiéramos exclamar “estamos cruzando el mar Rojo”…

Ha pasado algún tiempo desde que Dios nos habló, y hace unos días una pregunta llegó a nosotros: ¿habéis cruzado ya el Mar Rojo? 0_0 Ufff… me quedé.. sin palabras… meditando en aquella pregunta que desde entonces no paraba de martillear mi mente..

Nuevamente Dios, como suele hacer, me despertó una noche.. y mientras hablaba con Él, le pregunté: ¿Señor cuándo vamos a cruzar el Mar Rojo? ¿Por qué no nos sentimos fuertes, alegres, liberados de la presión de los egipcios? … Dios fue muy claro! “¿crees que cruzar el mar Rojo es cualquier cosa? Cruzar el mar Rojo requiere mucha fe, constancia, perseverancia, no mirar atrás, no mirar ni a tu derecha ni a tu izquierda (Exodo 14:29)... tu mirada debe estar fija en mis promesas y andar tras ellas, tu mirada debe estar puesta en la tierra prometida.”

Dios me llevó a entender como fue para el pueblo de Israel cruzar el mar Rojo, no fue coser y cantar, me imagino que aquello debía requerir dar un paso de fe muy grande… tener el mar partido en dos, a tu derecha y a tu izquierda un muro de impetuosas aguas, a través de las cuales puedes ver como bestias marinas, tiburones etc.. te acechan.. el ruido de la aguas no te deja oír absolutamente nada… Uufff que estresante y que angustioso…
Por otro lado como dice su Palabra, es muy tranquilizador saber que Dios es quien te cubre las espaldas (Exodo 14:19,20), que Él es quien te guarda y aunque “los egipcios” sigan tras de ti, Dios no permitirá que mientras dure la noche, mientras dure la cruzada por el Mar Rojo puedan alcanzarte (Exodo 14:20)

¡¡Dios es bueno!! ¡¡Cuanto necesitaba oír su voz!! Si hoy me preguntaran ¿habéis cruzado ya el Mar Rojo?, mi respuesta sería: estamos en ello!, confiados, con la mirada puesta en la promesa, sabiendo que mil peligros nos acechan entre las aguas, y que los egipcios intentan alcanzarnos… pero estando seguros de una cosa: DIOS GUARDA NUESTRAS ESPALDAS Y NO PERMITIRA QUE MIENTRAS DURE LA NOCHE EL ENEMIGO NOS PUEDA ALCANZAR, ÉL NOS HARÁ CRUZAR EN SECO, EN VICTORIA (Exodo 14:25,30)

Gracias Dios mio!! Porque aun en medio de la cruzada por el Mar Rojo, tu presencia nos acompaña y tu voz calma nuestros corazones!! Quiero compartirlo en FB

jueves, 7 de marzo de 2013

LA HUMILDAD

Me encanta la sabiduría que nuestros mayores, sin haber tenido muchos o ningún estudio han adquirido a lo largo de sus vidas, quizás es por eso que mi trabajo me encanta, me gusta hablar con "mis abuelitos" y que me expliquen detalles, anécdotas, vivencias que algunos de ellos recuerdan con claridad, y de las cuales siempre puedes sacar alguna enseñanza.

Y hoy, en honor a uno de ellos, al mejor, del cual he aprendido tanto y seguiré aprendiendo, pues aunque ya no esté entre nosotros, recuerdo todas y cada una de sus historias, de sus "batallitas" ... MI PADRE


Hace unos días leí algo que me llamó mucho la atención, y por eso lo guardé, me recordó a una de tantas historias que mi padre con tanto cariño me contaba, y que yo con tanta atención escuchaba... 

Hay va: 

Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó: -Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más? Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: -Estoy escuchando el ruido de una carreta. -Eso es -dijo mi padre-, es una carreta vacía.

Pregunté a mi padre: -¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos?
Entonces mi padre respondió: -Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por el ruido.

Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace. Me convertí en adulto, y ahora, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo que cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.

La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Nadie está más vacío que aquel que está lleno de sí mismo.

Escuchemos a nuestros mayores, tienen tanto que enseñarnos..



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lunes, 18 de febrero de 2013

SUMÉRGETE!!



Necesitamos andar en el Espíritu;

Te has parado a pensar… cuando te sumerges bajo el agua, pierdes parcialmente la capacidad de ver y de oír.

Bajo el río del Espíritu Santo, dejamos de oír las cosas del mundo, los comentarios infructuosos, los chismes, las criticas… nada de eso nos interesa. Estamos atentos a nuestra relación íntima con el Espíritu Santo.

En cuanto sacamos la cabeza del río espiritual, volvemos a oír la voz del enemigo, de la mentira, del desánimo… por eso podemos orar: “Señor sumérgeme en tu río, no permitas que me salga de él, quiero depender de ti, oír tu voz.”

Necesitamos escuchar la voz de Dios, rendirnos ante Él.
Sumérgete en el río de su Espíritu Santo!!



jueves, 14 de febrero de 2013

FELIZ SAN VALENTIN



“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”
Jeremías 31:3

Hoy día de San Valentín, si necesitas sentirte amada/o  por alguien, Dios te dice “Con amor eterno Te He Amado”.

El amor de Dios es eterno, nos ama profundamente y siempre quiere el bien de cada uno de nosotros. Cuando uno conoce a Dios, más le ama, porque su amor nos llena de gozo, de fe, de esperanza en medio del dolor.

Si el amor de una madre es sublime y el de la pareja que se ama es intenso; esto es apenas, un rayito de  luz, ante el amor incomparable del Señor, que nos ama “con amor eterno” a pesar de nuestra debilidades; por eso deja que el amor de Dios inunde tu vida.

Hoy dale tiempo al Señor para buscar su amor.
Para esto, te aconsejo que leas la Biblia, la medites  y ores, experimentarás como su amor te envuelve y te hace sentir su abrazo, un abrazo que sólo Él sabe dar, un abrazo que te lleva a sentirte seguro, protegido  y sobre todo amado.

¿Has dedicado tiempo para buscar a Dios? 


Deja que Dios te abrace, te ame! 

Feliz día!! 

jueves, 7 de febrero de 2013

¿YA HAS DESCANSADO? ¡SIGAMOS!



Uno de los propositos que al empezar este año me puse, fue el de seguir un plan de lectura de la biblia en un año; he de reconocer que desde que lo empecé, Dios no ha dejado de sorprenderme, pues cada día descubro algo nuevo al leer historias que ya sabia, pero que no me habia detenido en algunos detalles tan interesantes como el que a continuación os compartiré.

Y tomó Taré a Abram su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Sarai su nuera, mujer de Abram su hijo: y salió con ellos de Ur de los Caldeos, para ir a la tierra de Canaán: y vinieron hasta Harán, y asentaron allí. Génesis 11:31

Dice la biblia que Taré dejo la tierra de Ur para dirigirse a Canaán y que nunca llegó, se asentó en Harán.
Dice el diccionario: 
Asentarse: Establecerse un grupo de personas en un lugar de manera permanente, quedarse a vivir allí.


Es muy fácil entusiasmarse cuando Dios nos habla y nos da la oportunidad de servirle en algo, cuando nos da una promesa y debemos emprender camino hacia ella, para alcanzarla; 
Muchas veces como Taré no terminamos lo que empezamos, nos metemos en ello, y lo hacemos con entusiasmo, con ganas, pero al tiempo nos damos cuenta que el entusiasmo  se ha esfumado, y que perseverar en el camino hacia la promesa, además de entusiasmo (que ya no nos queda) también requiere compromiso, esfuerzo y constancia.

Muchos hacen lo que la biblia dice que hizo Taré, salen hacia un lugar, y se "asientan" en otra parte a lo largo del camino. Se cansan. desisten, se conforman, se acomodan y olvidan las promesas que Dios les ha dado.

Dice el diccionario: 
Parar: Estar durante un tiempo en un lugar.

Comentando con mi marido acerca de este pasaje, hablábamos que en el trayecto hacia la promesa de Dios, muchas veces será necesario "parar". 
Parar es bueno para descansar, retomar nuevas fuerzas,  pero solo es eso.. parar un tiempo y retomar el camino hacia nuestro destino.

Desde este blog, quiero animarte a agarrar las promesas que Dios te ha dado, el camino puede ser largo, y habrá momentos en lo que te será necesario "parar" para tomar aliento, para renovar fuerzas... etc... pero que solo sea eso, una parada.



Mas adelante en Génesis 12:5, nos dice de Abram "... y salieron para ir a tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron."

Agárrate a la promesa que Dios te ha dado y retoma el camino hacia ella.
 ¡¡ya has descansado suficiente!! ¡¡Adelante, largo camino te resta!!



Un abrazo ;)


martes, 5 de febrero de 2013

TIEMPO DE AVANZAR





Jehová nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: Habéis estado bastante tiempo en este monte. Deut. 1:6

Los hijos de Israel tardaron 40 años en hacer un viaje que solo costaba ¡¡¡11 días!!!

Aunque realmente, no deberíamos mirar con tanto asombro a los israelitas, porque la mayoría de nosotros hacemos lo mismo, seguimos dando vueltas y vueltas alrededor de las mismas montañas, en lugar de adelantar.
El resultado es que nos cuesta años y años alcanzar la victoria sobre algo que debió y pudo haberse resuelto rápidamente.




Pienso que el Señor nos está diciendo hoy a ti y a mi, lo mismo que les dijo a los hijos de Israel en su día: "Bastante habéis permanecido en la misma montaña, es tiempo de seguir adelante". Quiero compartirlo en FB